jueves, 14 de mayo de 2009

Disculpen la molestia...

Por Eduardo Galeano

Quiero compartir algunas preguntas, moscas que me zumban en la cabeza.
¿Es justa la justicia? ¿Está parada sobre sus pies la justicia del mundo al revés?
El zapatista de Irak, el que arrojó los zapatazos contra Bush, fue condenado a tres años de cárcel. ¿No merecía, más bien, una condecoración?
¿Quién es el terrorista? ¿El zapatista o el zapateado? ¿No es culpable de terrorismo el serial killer que mintiendo inventó la guerra de Irak, asesinó a un gentío y legalizó la tortura y mandó aplicarla?
¿Son culpables los pobladores de Atenco, en México, o los indígenas mapuches de Chile, o los kekchíes de Guatemala, o los campesinos sin tierra de Brasil, acusados todos de terrorismo por defender su derecho a la tierra? Si sagrada es la tierra, aunque la ley no lo diga, ¿no son sagrados, también, quienes la defienden?
Según la revista Foreign Policy, Somalia es el lugar más peligroso de todos. Pero, ¿quiénes son los piratas? ¿Los muertos de hambre que asaltan barcos o los especuladores de Wall Street, que llevan años asaltando el mundo y ahora reciben multimillonarias recompensas por sus afanes?
¿Por qué el mundo premia a quienes lo desvalijan?
¿Por qué la justicia es ciega de un solo ojo? Wal Mart, la empresa más poderosa de todas, prohíbe los sindicatos. McDonald’s, también. ¿Por qué estas empresas violan, con delincuente impunidad, la ley internacional? ¿Será porque en el mundo de nuestro tiempo el trabajo vale menos que la basura y menos todavía valen los derechos de los trabajadores?
¿Quiénes son los justos y quiénes los injustos? Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles?
¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de “crimen organizado”?
Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles.
Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, ¿por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?
¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?
¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes.
Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo? ¿No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.
En el mundo al revés, dan miedo hasta los más elementales actos de justicia y sentido común. Cuando el presidente Evo Morales inició la refundación de Bolivia, para que este país de mayoría indígena dejara de tener vergüenza de mirarse al espejo, provocó pánico. Este desafío era catastrófico desde el punto de vista del orden racista tradicional, que decía ser el único orden posible: Evo era, traía el caos y la violencia, y por su culpa la unidad nacional iba a estallar, rota en pedazos. Y cuando el presidente ecuatoriano Correa anunció que se negaba a pagar las deudas no legítimas, la noticia produjo terror en el mundo financiero y el Ecuador fue amenazado con terribles castigos, por estar dando tan mal ejemplo. Si las dictaduras militares y los políticos ladrones han sido siempre mimados por la banca internacional, ¿no nos hemos acostumbrado ya a aceptar como fatalidad del destino que el pueblo pague el garrote que lo golpea y la codicia que lo saquea?
Pero, ¿será que han sido divorciados para siempre jamás el sentido común y la justicia?
¿No nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia?
¿No es de sentido común, y también de justicia, ese lema de las feministas que dicen que si nosotros, los machos, quedáramos embarazados, el aborto sería libre? ¿Por qué no se legaliza el derecho al aborto? ¿Será porque entonces dejaría de ser el privilegio de las mujeres que pueden pagarlo y de los médicos que pueden cobrarlo?
Lo mismo ocurre con otro escandaloso caso de negación de la justicia y el sentido común: ¿por qué no se legaliza la droga? ¿Acaso no es, como el aborto, un tema de salud pública? Y el país que más drogadictos contiene, ¿qué autoridad moral tiene para condenar a quienes abastecen su demanda? ¿Y por qué los grandes medios de comunicación, tan consagrados a la guerra contra el flagelo de la droga, jamás dicen que proviene de Afganistán casi toda la heroína que se consume en el mundo? ¿Quién manda en Afganistán? ¿No es ese un país militarmente ocupado por el mesiánico país que se atribuye la misión de salvarnos a todos?
¿Por qué no se legalizan las drogas de una buena vez? ¿No será porque brindan el mejor pretexto para las invasiones militares, además de brindar las más jugosas ganancias a los grandes bancos que en las noches trabajan como lavanderías?
Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos. Una de las consecuencias de la crisis mundial es la caída de la próspera industria del automóvil. Si tuviéramos algún resto de sentido común, y alguito de sentido de la justicia ¿no tendríamos que celebrar esa buena noticia? ¿O acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia, desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y de los peatones, que morirán un poquito menos?
Según Lewis Carroll, la Reina explicó a Alicia cómo funciona la justicia en el país de las maravillas:
–Ahí lo tienes –dijo la Reina–. Está encerrado en la cárcel, cumpliendo su condena; pero el juicio no empezará hasta el próximo miércoles. Y por supuesto, el crimen será cometido al final.
En El Salvador, el arzobispo Oscar Arnulfo Romero comprobó que la justicia, como la serpiente, sólo muerde a los descalzos. El murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados, por delito de nacimiento.
El resultado de las recientes elecciones en El Salvador, ¿no es de alguna manera un homenaje? ¿Un homenaje al arzobispo Romero y a los miles que como él murieron luchando por una justicia justa en el reino de la injusticia?
A veces terminan mal las historias de la Historia; pero ella, la Historia, no termina. Cuando dice adiós, dice hasta luego.

Viernes, 8 de Mayo de 2009

© 2000-2009 www.pagina12.com.ar

sábado, 9 de mayo de 2009


Campaña Nacional de Firmas por el NO a la Minería Química a Cielo Abierto




El mandato de la hora es reconstruir la confianza, reparar lazos solidarios y reinstalar una ética pública que comienza por cuidar lo que es de todos y los valores de la democracia , el compromiso, la solidaridad, la responsabilidad, la participación y la honestidad...

Ramallo puede...

PROPUESTA PROGRAMATICA PROYECTO SUR

A.- Recuperar nuestros recursosLa reapropiación pública de nuestros recursos naturales y estratégicos, la nacionalización del petróleo, el gas y la gran minería -reinstaurando el Artículo 40º . de la Constitución de 1949- junto a otras riquezas que nos han quitado, constituye un instrumento clave para definir el futuro de nuestro país.B.- Responder a las urgencias 1.- Alimentar y curarEs preciso erradicar el hambre y la desnutrición en la Argentina y garantizar el cuidado y tratamiento médico-odontológico a todos sus habitantes. No debe haber más ningún niño, joven, adulto o anciano desamparado ni viviendo en la calle. Ello es realizable con una amplia participación solidaria coordinada con las organizaciones sociales y las instituciones públicas. Los hospitales deberán entregar gratuitamente los medicamentos necesarios, a ser producidos por laboratorios universitarios y otras instituciones públicas argentinas.2 - Recuperar el trabajo y la creatividad socialPromoción de un área de empresas sociales de calidad -autogestionadas, cooperativas y otras- en el sector rural, industrial, de comercialización y de servicios con apoyo a las pymes y emprendimientos sociales similares. Apoyo y estímulo a las empresas y fábricas recuperadas y traspaso de la propiedad a sus trabajadores. A ello se sumarán los miles de profesionales, científicos y técnicos que el país “exporta” o los obliga a despilfarrar sus potenciales; lo cual permitirá integrar laboralmente a millones de desocupados y subocupados. Los subsidios sociales, con montos actualizados para cubrir el costo de vida, se convertirán en una forma de transición y preparación de los trabajadores, hasta ser reemplazados por ingresos legítimos y provenientes de un trabajo digno y bien remunerado. Las múltiples respuestas colectivas de nuestro pueblo ante situaciones críticas -asentamientos urbanos, organizaciones de desocupados, asambleas, ferias de productores familiares, recuperación de fábricas, comedores y espacios de educación popular, ámbitos de contención de niños y jóvenes en riesgo, entre otras- dan cuenta del potencial del pensamiento colectivo y la acción solidaria como una de las más ricas reservas para la transformación de la Argentina.3 - Reconstruir la educación y la culturaIncorporar al sistema educativo a todos los niños y jóvenes, como a los adultos que lo requieran, de modo que puedan acceder, apropiarse y construir conocimiento individual y socialmente útil para acrecentar la conciencia nacional, interpretar y comprender los problemas del país y su pueblo e insertarse críticamente en el mundo científico-tecnológico. Reconstruir la escuela pública, nacional, popular, democrática, gratuita, común y obligatoria, que acompañe las transformaciones sociales. Reformular el sistema educativo en sus contenidos, estructura, financiamiento y condiciones laborales docentes. Atender la emergencia edilicia y de recursos didácticos.4.- Combatir la corrupción y la inseguridadLa mega-corrupción económico-financiera constituye la base de la corrupción de las fuerzas de seguridad, las corporaciones políticas y el Poder Judicial. Esto representa un flagelo que debe ser erradicado con decisión política, como condición para restablecer el estado de derecho, acabar con la impunidad y garantizar la seguridad de los ciudadanos. La inseguridad más grave que afecta a la Argentina se deriva de esta corrupción y de las acciones de diversas mafias asociadas con el poder. Los medios de comunicación y los sectores de la derecha intentan ocultar este problema, mencionando sólo los delitos vinculados con las condiciones de pobreza y silencian el hecho que no más del 3% de los jóvenes pobres se orientan hacia acciones delictivas.C.- Transformar la Nación devastada1 - La definición de una democracia integralEl objetivo es democratizar la democracia en el campo económico, social y cultural mediante la creación de mecanismos que garanticen una amplia participación popular en el trabajo, la educación, la salud, la vivienda, el medio ambiente y el bienestar de las familias. Se garantizará la no discriminación de las mujeres, de los pueblos originarios, de los inmigrantes, los discapacitados y toda otra minoría.2.- Hacia una nueva Constitución NacionalLa recuperación nacional exige la convocatoria a una Asamblea Constituyente con el objetivo de promover una reforma constitucional que plasme las bases de una nueva sociedad. Debe revertirse el concepto elitista de que “el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes” y establecer modalidades de democracia directa con mecanismos de participación popular y revocatoria de mandatos, plebiscitos, referendos y consultas vinculantes.3 - La construcción de un Estado soberano y democráticoReconstrucción de la potestad soberana del Estado mediante una democratización del sistema político, la reorganización democrática de la Justicia, la reestructuración de las fuerzas armadas y de seguridad y el control autónomo de la moneda y las políticas económico-sociales.D.- Lineamientos de política económica1.- Promoción industrialReindustrialización del país mediante la creación de un polo de corporaciones industriales del Estado basado, entre otros, en el sector de astilleros e industria naviera, en los talleres ferroviarios, en la ex fábrica nacional de aviación y en las áreas energéticas. Asistencia a las pequeñas y medianas empresas y promoción de un área de empresas sociales de calidad. Se impulsarán convenios de mutuo beneficio con las naciones de América Latina para la creación de empresas públicas latinoamericanas en áreas clave: flota mercante, líneas aéreas, sistemas satelital y de comunicaciones, energía, biotecnología, nuevos materiales y otras que permitan el desarrollo autónomo de ciencia y tecnología de punta para superar el actual modelo agro-energético-exportador.2.- Recuperación de las empresas de servicios públicosLas empresas privatizadas de este sector deben volver a manos del Estado; pero antes es necesario impulsar un amplio debate acerca de los modos de gestión capaces de superar la antinomia entre empresas estatales digitadas por los gobiernos de turno o controladas por intereses guiados por el lucro y las leyes del mercado. El objetivo es diseñar empresas públicas que garanticen la participación de los trabajadores y técnicos junto a los usuarios, como modo de evitar la distorsión de sus funciones o eventuales procesos de corrupción.3.- Promoción agropecuariaImplementación de una política de desarrollo rural orientada a recuperar nuestra soberanía alimenticia, revirtiendo las distorsiones producidas por el monocultivo de soja transgénica y las dramáticas secuelas derivadas del uso masivo de agrotóxicos que dicho cultivo requiere. Se revertirá la grave tendencia a la concentración y a la extranjerización de la tierra. Se promoverá a los pequeños y medianos productores y se estimulará a las cooperativas para favorecer la protección de las economías regionales y la diversificación productiva, junto a la recuperación de la actividad ganadera y lechera. Se establecerán planes especiales para las zonas afectadas por inundaciones y sequías.4.- Reorganización integral del transporteEn todos los países del mundo el transporte está subsidiado por el Estado y su objetivo no es generar lucro sino cumplir un servicio público. Es urgente en nuestro país la reconstitución del sistema de transporte ferroviario, fluvial, marítimo y aeronáutico. El ferrocarril debe ser la columna vertebral de la integración nacional, de la reindustrialización, del repoblamiento de las provincias y del derecho de las mayorías a un transporte digno, eficiente, barato y seguro. Se aplicará la ley de reserva de cargas para el transporte de la producción nacional, se revertirá la política aeronáutica de cielos abiertos y se eliminará el sistema de peajes .5.- Política monetariaFortalecimiento de la moneda nacional mediante la garantía de reservas y control del Banco Central como agente financiero de la Nación. Reorientación del crédito bancario con apoyo a la banca cooperativa y social. Derogación de la Ley de Entidades Financieras de Martínez de Hoz. Cese de la circulación de moneda extranjera.6.- Política fiscalReforma del actual perfil impositivo de fuerte regresividad y promoción de un sistema progresivo que grave las rentas financieras, las transferencias de acciones y las grandes utilidades. Revisión del sistema de coparticipación federal. Control de la evasión de los grandes contribuyentes. Estatización de las AFJP. Reorientación del gasto público en términos de las prioridades sociales y del modelo de desarrollo económico nacional.7.- Comercio exteriorIntervención del Estado en el control del comercio exterior y en una política de retenciones, subsidios y precios orientada a revertir los abusos de las grandes corporaciones exportadoras. Imposición de aranceles en función de la promoción de distintas áreas de la economía nacional. Reorganización de la Junta Nacional de Granos.8.- Suspensión del pago de la deuda externaArgentina negoció tres veces su deuda externa siguiendo las presiones del FMI y el sistema financiero internacional. La primera fue al terminar la Guerra de Malvinas; la segunda con el Plan Brady; y la tercera la afrontada por Duhalde, Lavagna y Kirchner: a pesar de estas negociaciones y de la magnitud de los montos pagados, el endeudamiento ha continuado creciendo. Nuestro país puede sentar un precedente histórico en tanto se ha investigado en los tribunales pertinentes el origen y la ilegitimidad de esa deuda. Debe establecerse como prioridad a quién, por qué y cuánto se debe; por ello se propone la suspensión de la totalidad de los pagos -incluyendo capital, intereses y cualquier otro concepto- y un censo obligatorio de acreedores.9.- Recuperación del medio ambienteRiguroso control para eliminar la contaminación de la tierra, el agua y el aire. Suspensión definitiva de la minería a cielo abierto, de la deforestación y la devastación del monte nativo, con medidas para implementar su restauración y protección. Censo nacional de salud para determinar las enfermedades producidas por estos flagelos, sancionar responsabilidades y reclamar compensaciones.10.- Integración continental autónomaEn un mundo donde se están diseñando polos económicos y políticos de alcance continental, la integración autónoma de América latina desde el Caribe hasta la Antártida es una condición para la viabilidad histórica de todos y cada uno de nuestros países. Es preciso conformar un bloque regional de poder en defensa de la paz mundial y de la autodeterminación de los pueblos, capaz de transformarse en un real protagonista de su historia . Es éste un momento político único para hacer efectiva esta integración: a las experiencias transformadoras de Cuba Venezuela, Bolivia, Ecuador, se suman las de otros pueblos hermanos que ya han dejado atrás los condicionamientos del neoliberalismo, con la potente presencia de movimientos sociales y culturales populares en todo el continente.E.- Lineamientos de política social y cultural1.- Políticas de pleno empleoEliminación de las leyes de precarización laboral y recuperación de los derechos sociales de los trabajadores. Vigencia de la jornada de ocho horas y de las leyes de trabajo insalubre, con protección al trabajador y su familia. Consolidación de una economía de pleno empleo mediante la combinación de las distintas políticas de reconstrucción económica del país.2.- Recuperación del ingreso real de los trabajadoresRecomposición del salario real en el sector público y privado. Garantía de jubilaciones y pensiones dignas y móviles. Ampliación de la cobertura de los subsidios al desempleo y a la incapacidad para el trabajo. Control de los alquileres y de la canasta familiar hasta lograr un nuevo equilibrio de los precios relativos del conjunto de la economía.3.- Reparación de los derechos de los pueblos originariosReconocimiento del derecho de los pueblos originarios a la recuperación de sus territorios y a la protección y respeto de sus lenguas y tradiciones como base de su plena participación política, social y económica. Los aportes de nuestras culturas deben hacer de la diferencia la base de la igualdad y el mutuo enriquecimiento y no de la discriminación o el desprecio .4.- Reparación de los derechos de los más débilesProtección y cuidado de los menores internados en reformatorios con medidas cautelares, sometidos a condiciones infernales de sufrimiento y humillación. Reformulación del tratamiento de las enfermedades mentales y las instituciones psiquiátricas, así como de los institutos carcelarios donde los detenidos están condenados al hacinamiento y el maltrato, sin garantías de defensa legal.5.- Democratización de la cultura y los medios de comunicaciónElaboración de un nuevo marco legal que posibilite la participación pluralista en los medios de comunicación de todos los sectores sociales para que sirvan de información y debate de los grandes problemas nacionales, de crítica cultural y de promoción de valores de solidaridad y conocimiento. Impedir el monopolio de las grandes empresas y revisar la prórroga de la concesión de las radios y canales de televisión a sus actuales beneficiarios. Sustancial aumento del presupuesto de cultura de la Nación. Creación de casas de la juventud y la cultura en los barrios y en todas las provincias. Impulso a las industrias culturales; en especial a la edición y difusión de libros. Cuota de pantalla en todas las televisoras para el cine argentino de ficción y documental. Sanción de una ley de música.Estimular la creatividad cultural de las mayorías y posibilitar su acceso a todas las expresiones culturales, artísticas e intelectuales. Proteger a los creadores nacionales y la difusión de su producción.Hacemos un llamamiento a una nueva gesta de unidad, a una patriada nacional, a reencontrarnos en un nuevo espacio político y cultural que nos permita comprendernos y unificar luchas e ideas para enfrentar éstas y otras grandes tareas. Convocamos a todos los que quieren cambiar esta Argentina saqueada y esta seudo democracia para reemplazarla por una Argentina justa y latinoamericanista con pleno protagonismo popular.
Acabemos con la derrota*


Por Pino Solanas





En las últimas décadas los ciudadanos han soportado fracasos y traiciones. Cansados de maltratos, a fines de 2001 salieron a la calle con la consigna “que se vayan todos”. Como en el 17 de Octubre y el Cordobazo, el pueblo se hizo oír. Sin embargo, las asambleas no lograron construir sus propias representaciones políticas y en 2003 se terminó votando al menos malo. Ante la falta de entusiasmo y los interrogantes que genera la elección del 28 de octubre, nuestra decisión de participar ha recibido numerosos apoyos, mientras otros nos plantean sus dudas. Sienten que lo electoral es una trampa y el camino adecuado sería continuar construyendo sólo desde abajo con las organizaciones sociales. Pero la lección que arrojan las luchas y movilizaciones de estas décadas es que la construcción social sin construcción política nos lleva a un callejón sin salida.
Algunos sostienen que es un error presentarnos ahora por la falta de tiempo y recursos; que sería mejor lanzar nuestro espacio después de los comicios. Pero es en los tiempos electorales cuando se abren los debates. Lo mejor es enemigo de lo bueno: los inicios siempre son confusos, ninguna iniciativa puede crecer si no comienza a andar. No pensamos llegar ahora: se trata de plantar las banderas de nuestra propuesta, obtener diputaciones y avanzar hacia 2009 para disputar el gobierno en 2011. Nuestros objetivos no son solamente electoralistas; pretendemos impulsar con otras fuerzas un movimiento nacional, político, social y cultural, capaz de realizar los ideales de independencia tantas veces traicionados. Proyecto Sur –donde participan Alcira Argumedo, Julio Raffo, Luis Brunati– nació hace cinco años junto al M.O.R.E.N.O, con el fin de elaborar una propuesta transformadora. Sumamos nuestros esfuerzos a los de Claudio Lozano y Buenos Aires para Todos; Mario Mazitelli, Jorge Selser y el Partido Socialista Auténtico y luchadores sociales como Ángel Cadelli y Ana Lorenzo; porque todos hemos venido enfrentando las dictaduras, el neoliberalismo, la injusticia y el saqueo. Ahora insistimos: es tiempo del despertar de una conciencia emancipadora desde el Caribe a la Patagonia.
Quienes temen que al sacarle votos a Cristina Fernández se le hace el juego a la derecha, aunque no comparten todas sus políticas definen a los Kirchner como la opción de centroizquierda. ¿Con qué lupa los ven? ¿Es progresista un gobierno integrado por ex funcionarios de Menem y Duhalde; aliado con los mismos gobernadores, los mismos intendentes corruptos del conurbano bonaerense y las mismas camarillas sindicales; todos ellos protagonistas del saqueo nacional y la pérdida de los derechos sociales de los trabajadores? Las medidas acertadas del gobierno Kirchner –derechos humanos, Corte Suprema, rechazo al ALCA– no deben hacernos soslayar que mantiene el modelo impositivo de Menem, que el crecimiento económico no significó distribución de la riqueza, que aún hay catorce millones de pobres, indigencia, desnutrición y tres millones de chagásicos, que mantiene la Ley de Radiodifusión y la de entidades financieras de Martínez de Hoz vigentes desde la dictadura, que no impidió la extranjerización de la tierra y de las empresas nacionales, que hizo votar la ley antiterrorista y ha profundizado la entrega del petróleo y la minería. Néstor Kirchner votó la privatización petrolera menemista que le costara a la Nación una pérdida de más de 200.000 millones de dólares. Hoy ha dado luz verde a una re-privatización de los hidrocarburos con la prórroga de las concesiones hasta el 2047, es decir, hasta el agotamiento de las reservas, cuando pueden ser explotados por la Nación y las provincias conjuntamente. En tiempos en que el petróleo se acaba y es causa de guerras atroces, entregarlo así constituye una traición a la Patria y a la juventud, porque son los recursos de nuestros hijos y nietos.
Lo que perdura en buena parte de los ciudadanos es el temor al cambio: la convalecencia de una cultura de la derrota imperante en los noventa, que nos hizo sentir que la realidad no podía ser cambiada. Suerte de fatalidad enraizada en nuestros sentimientos que debemos vencer, porque existe la posibilidad real de transformar el país. Por estas razones creemos que éste es el momento propicio para comenzar a construir una alternativa política. Hoy existe en el país una necesidad, una urgencia y una vacancia política. El espacio nacional, popular y democrático no tiene representación: todos los candidatos mediáticos expresan variantes del centro a la derecha. La elección del 28 de octubre no es un simple recambio presidencial sino la profundización del modelo neoliberal que, en su esencia, es común a Cristina Fernández y a Lavagna, López Murphy, Sobisch, Rodríguez Saá y Elisa Carrió. Detrás de un aparente progresismo, las propuestas de la Coalición Cívica no van más allá de planteos institucionales y ofrece como ministro de Economía al liberal Prat Gay. Ninguno de ellos cuestiona el modelo agro-minero-exportador de Menem y el despojo de los recursos, ahora profundizado por Kirchner.
Lo nuestro no es meramente testimonial: Proyecto Sur es la única propuesta que demuestra la viabilidad de acabar a corto plazo con la pobreza y el desempleo e impulsar un fuerte desarrollo industrial. ¿Cómo? Volviendo a la gran política de Estado que desde 1907 a 1989 hizo de los hidrocarburos un recurso estratégico y un servicio público. La renta petrolera hoy llega a 16.000 millones de dólares anuales, con lo que es posible alcanzar soberanía alimentaria, acabar con la indigencia, la pobreza y el desempleo; reparar a los pueblos originarios restituyéndoles sus territorios y sus derechos y posibilitar a la juventud que fue la víctima de los planes de ajuste, su recapacitación e inserción laboral. Además, es preciso reconstruir el Estado, democratizar las instituciones, avanzar con una reforma constitucional que incorpore la democracia participativa y relanzar las grandes industrias del Estado, el plan siderúrgico y el desarrollo científico.
Se trata de reconstruir una ética pública capaz de cuidar aquello que es de todos y reivindicar principios y valores en desuso: solidaridad, participación, honestidad, amor a la Patria. Necesitamos acabar con la derrota, reconstruir la confianza, volver a encontrarnos quienes compartimos luchas y esperanzas para convencernos de que unidos podemos vencer. El 13 de diciembre se cumplirán cien años del descubrimiento del petróleo en el país: Argentina puede nacionalizar el petróleo y el gas si el pueblo se moviliza como lo hicieron los hermanos bolivianos con Evo Morales, y ninguna petrolera se fue de Bolivia. Queremos convocarlos a esta patriada: hoy existe una línea divisoria entre los que plantean la recuperación del petróleo y los minerales y los que silencian o defienden su entrega.

* Publicado en la sección El País, Opinión, Página/12 del 16 de octubre de 2007